jueves, 25 de junio de 2009

CARTAS DESDE MI CELDA IV

Querida Dra. di Forbole:

Prefiero no decir mi nombre en público, es más, ni yo misma lo recuerdo, así que si no es mucha molestia preferiría que se dirigiese a mi como "tetitas húmedas". En mi seudónimo está el problema que paso a explicarle.

Desde hace tiempo me encontraba vacía, nada me satisfacía sexualmente, Dra. di Forbole, imagínese que calvario. Probé de todo, y cuando ya me iba a dar por vencida, decidí acudir a una fiesta de la Universidad de Tulancia (el "Pérfate", lo llaman). Una vez allí la cosa parecía no mejorar hasta que de pronto tropecé y... ¡di con mis pechos en todo tipo de minis llenos de alcohol que había en el suelo! En ese momento sentí un placer insospechado, tal placer que ni mis piernas ni mis brazos me respondían, y solo podía intentar que mis tetitas (húmedas, como imagina) me levantaran de nuevo al mundo real.

Y así fue, no sin antes rebozar mis tetas como si de unos filetes de pollo se trataran. Creo que nadie me vio, sospecho que pasé inadvertida, pero desde entonces cada vez que veo un mini en el suelo (que por suerte no suele ser muy a menudo) no puedo evitar tirarme en plancha y elevar mis senos al cuadrado. Siento tanto placer que incluso haciendo la raíz cuadrada del seno sigo sintiendo placer.

¿Qué hago, Dra. di Fórbole?


Querida tetitas húmedas:

Antes de nada, mis queridos consultores… ¡¡¡He encontrado las gafas!!! Bueno a lo mejor encontrar encontrar…vamos que si hubiera sido un lobo me come. Resulta que las llevaba en la cabeza y con el spray se camuflaron y no las veía...Así que una vez encontradas me puse a buscar el spray. Después de 2 intensos minutos buscándolo, me puse a toquetear en el “ai-fon” para descansar de mi agotadora busqueda y no sabéis lo que he descubierto…¡¡¡¡Estaba delante de mis narices todo este tiempo!!!! No sé cómo no me he dado cuenta antes…¡¡¡¡¡El “ai-fon” tiene juegos!!!!! Así que llevo unos cuantos días (vaaalee quizá hayan sido semanas…) viciada como una perra en celo a un jueguecito bastante entretenido que consiste en disparar a unos tunos pesados que no dejan de cantar clavelitos. La verdad te sientes extrañamente aliviada después de jugar.
Así que después de sorprenderme de la longeva vida de la batería de este pequeño aparato, me dispongo a contestar tu consulta:

La verdad, amiga mía, es que no hay nada como notar un gélido contacto en tus pezones y disfrutar de la sensación de su erección. Yo misma he probado diversos métodos para autocomplacerme y llegar al clímax pezonil. De hecho, estuve trabajando hace un tiempo en ese campo y los últimos resultados me condujeron al maravilloso efecto que produce el mármol del suelo de los pasillos de la facultad. Desgraciadamente, en uno de mis experimentos, al lanzarme en plancha por el pasillo, sufrí un grave esguince de pezón. Pero la verdad, no llegué a experimentar los efectos de la sangría… Así que te propongo una cosa, cuando consiga salir de mi pequeño encierro (que espero que sea pronto…eee??) te propongo que retomemos mis estudios y juntas no dediquemos a rebozar nuestras tetitas por todo tipo de sustancias. De hecho es mejor que en mi ausencia ya empieces a hacer tus pequeñas pesquisas, eso sí, en el más puro secreto, ya que la gente es posible que se sorprenda ligeramente si te encuentra en pleno experimento.
Aunque, y dicho sea de paso, no creo que hayas pasado inadvertida en el Pérfate. En esa fiesta te puedes encontrar con todo tipo de ojos indiscretos que pueden observar todos tus movimientos. Yo misma descubrí a unos perfados que llevaban unos gorros de aluminio mientras cantaban algún tipo de oración extraña.

Así que no te avergüences de ti misma y ya sabes, anota los progresos.

Saludos de mis partes: Dra. Di Forbole.