jueves, 30 de julio de 2009

CARATS DESDE MI CELDA V

Estimada Dra. di Fórbole:

Soy un antiguo estudiante de la Universidad Complutense de Tulancia, de la facultad de veterinaria, y durante la realización de mi tesis pude conocer sus trabajos realizados con pollos. Sin embargo en esta ocasión me dirijo a usted como experta en sexo.

Le explico: el otro día salí con unos amigos por el centro de Tulancia. Ya sabe, lo clásico, tras dar miels de vueltas buscando un bar para tomar algo (como si hubiera que buscar mucho para encontrar un bar en el centro de Tulancia) acabamos voviendo al punto de partida para comernos unos bocadillos de calamares. Allí, en ese bar, se dió una discusión singular entre dos amigas, una discusión motivada por cuatro euros.

Una de las amigas juraba ante la Biblia que había viajado en avión desde Tulancia hasta Madrid por 4€, y la otra aseguraba que eso no es posible, no es posible, ya que si fuera así podría echarse todo tipo de chorbos internacionales sin problemas. La discusión fue por todo tipo de derroteros, y finalmente, lo crea usted o no, Dra di Forbole, acabaron las 2 en una pelea en el barro (bueno, como no había barro, la hicieron en la morcilla sobrante).

Dado que al parecer las distancias ya no son un problema, quiero replantear de nuevo una antigua pregunta que en su día resolvió Rafaella Carrá, pero que dado los nuevos horizontes abiertos, creo que es necesario tratarla como actualidad: ¿para hacer bien el amor hay que venir al sur? Es decir, si los vuelos son tan baratos, el tema ya no está en irse a Andalucía, sino a Canarias, Chile, Ciudad del Cabo o, en su defecto, el propio Polo Sur. Por otro lado no se si es una regla aplicable a los dos hemisferios. Por ejemplo, una persona que viva en Sydney ¿hará mejor el amore en Melbourne o lo ideal es que se vaya a Japón? ¿Y que pasa con los que viven en el Polo Sur? Si están insatisfechos y la consigna es ir más al sur para satisfacerse, están condenados a una vida de insatisfacción eterna.

Como verá, Dra. di Forbole, hago la pregunta de manera solidaria, pues yo, como habitante de Tulancia, me queda mucho norte y mucho sur por recorrer.

Suyo sin más,

S. D. Koro


Querido S.D.Koro:

Primero y ante todo tengo que avisarte de que jamás, repito, JAMÁS, des más vueltas buscando un bar si ya has encontrado uno, lo creas o no, ese bar puede ser el único en kilómetros a la redonda, sino pregúnteselo a cualquier habitante de Guadalapuajj, . Estos sujetos, los cuales no saben lo que significa “tapa”, en el momento en el que se topan con un bar abierto , como pocas veces lo encuentran, aprovechan y no salen del bar hasta que no agotan todos los víveres, siendo imposible alimentarte si eres forastero. Quizá por eso te miran de forma asesina, quizá estén pensando que te acabarás todos los víveres de la ciudad…

Con respecto a tu duda, te contestaré basándome en mi propia experiencia. Cuando no era más que una inexperta polluela llena de acné, decidí hacer mundo más allá de mi ciudad, la cual ya conocía perfectamente. Recorrí muchos cuerpos de diversas ciudades: París, Verona, Gratisotown, Valdelpando, El Barrio del Pilar… Y descubrí que eso es una patochada…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….novelesca!!!!Para hacer realmente bien el amor no hace falta ir al sur. Solo se necesita un buen cachuzo, una marmita, unas alfombras y unas tiendas de campaña, y la orgía seguro que te sale redonda. Además, si te inventas un juego absurdo en el que los participantes puedan romperse el cuello por el simple afán de aprenderse el grosor de los labios de cada persona, ¡¡¡¡éxito seguro!!!

Así que no te preocupes, los habitantes de la Antártida no se consumirán en su propia insatisfacción. Llévales una botella de cachaça y listo.

Te iba a contar novedades de mi estado en este encarcelamiento, pero incompresiblemente tengo una resaca del 15 y los zapatos llenos de piedras. No recuerdo nada, excepto labios y lenguas y algún que otro culo…

Saludos de mis partes: Dra. Di Forbole